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Llega el año del tigre al calendario chino.
Una camada de tigres siberianos, en un zoo de China. Tan sólo sobreviven 50 ejemplares en hábitats naturales.
Llega el año del tigre al calendario chino.
Una camada de tigres siberianos, en un zoo de China. Tan sólo sobreviven 50 ejemplares en hábitats naturales.
Comenzará el próximo domingo y se prolongará hasta el 2 de febrero de 2011.
Según la tradición milenaria del gigante asiático, durante este tiempo prevalecerá la fortaleza, toda una contradicción habida cuenta de la dramática situación en que se encuentra esta especie. «Se extinguirá en su hábitat natural en menos de tres décadas si no se toman medidas», señaló a 'Efe' Kati Loeffler, veterinaria del Fondo Internacional para la Protección de los Animales.
El gran felino asiático agoniza en toda la región: de los 3.200 que sobreviven en hábitats naturales de India, Rusia y China, esta última acoge sólo a 50, y sólo en el noreste -con 20 especímenes del tigre de Amur- hay posibilidades de que perdure por su cercanía a la reserva rusa.
El futuro de los 6.000 ejemplares que China mantiene en cautividad no pinta mejor. Según los expertos, viven en condiciones deplorables y son incapaces de readaptarse a la vida salvaje. Por ello, los colectivos conservacionistas quieren aprovechar el año del tigre para intentar salvar de la extinción al símbolo más poderoso de Asia.
La de China es la mayor población de felinos en cautividad del mundo, por delante de la de Estados Unidos, donde hay 5.000. Pero estos tigres domeñados son incapaces de aprender a cazar y su hábitat y presas prácticamente han desaparecido. «Si hubiera que escoger entre la desaparición y la supervivencia de ejemplares en cautividad, sería mejor la extinción que las granjas y zoos», afirmó Loeffler.
Hace un siglo había 100.000 tigres en el mundo, pero los exterminios masivos y la caza han terminado con algunas subespecies. La de Xiamen se considera extinguida en su hábitat desde 1994. Quedan unos 59 ejemplares en cautiverio que la ONG Salvar al Tigre de China se ha propuesto devolver a la vida salvaje. Para ello, envió a dos ejemplares a Sudáfrica para ser asilvestrados en una reserva y espera reintroducir este año a sus cachorros en las provincias chinas de Jiangxi y Hunan.
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